Jack el Destripador |
Desde hace mucho tiempo los asesinos en serie o serial killers son objeto de estudio. Se analizan las causas que mueven a un individuo a perpetrar los más horribles crímenes de forma reiterada.
Definimos a un asesino en serie como aquel que ha perpetrado al menos tres asesinatos en un periodo superior a los treinta días y cuya motivación para la comisión de tales actos es principalmente buscar la gratificación psicológica que le produce dicha actividad.
Rasgos Psicológicos
Muchos de los asesinos en serie presentan un pasado problemático, con frecuencia han sido víctimas de malos tratos o abusos en la infancia (físicos o psicológicos). Es también habitual que exista una relación entre los abusos recibidos y los crímenes por ellos cometidos.
Harrison Graham: 7 asesinatos |
Algunos rasgos clave pueden apreciarse en su infancia, considerándose signos de alerta:
- La piromanía
- La crueldad hacia los animales
- La enuresis o presencia de micciones incontroladas a partir de la edad normal en que los niños superan tal comportamiento
William Suff: 22 asesinatos |
El FBI categorizó a los asesinos en serie en dos tipos:
- Organizados: normalmente tienen un cociente intelectual superior a la media. Planifican sus crímenes muy metódicamente lo cual hace que puedan tardar mucho tiempo en realizar un asesinato. Suelen secuestrar a las víctimas tras ganar su confianza, matándolas en un sitio distinto al que emplean para deshacerse del cuerpo. Ayudados por su gran inteligencia engañan a sus víctimas, perseveran en su tarea de forma metódica durante mucho tiempo. Finalmente logran su objetivo: hacer daño físico, provocar sufrimiento y finalmente la muerte. Este subtipo de serial killers conocen bien la ciencia forense, suelen seguir minuciosamente la repercusión mediática de sus actos, viendo su obra como un proyecto. Suelen ser muy sociables y con frecuencia tienen un organizado entorno familiar, en el que nadie sospecha de ellos.
- Desorganizados: con bajos cocientes intelectuales actúan de forma impulsiva. El asesino en serie organizado sale a cazar a la víctima mientras el desorganizado aprovechará la ocasión que se le presente. Suelen cometer ataques sorpresa y no emplean grandes esfuerzos en deshacerse del cuerpo, dejándolo en el emplazamiento donde cometieron el ataque. Con frecuencia ejecutan rituales post mórtem (mutilaciones, canibalismo, necrofilia, etc.). A diferencia de los organizados, suelen ser personas asociales, vistos por su entorno como "personas raras".
Grafología y asesinos en serie
Muchos de los rasgos grafológicos de los asesinos en serie coinciden con los apreciados como grafopatológicos. Algunos de los más frecuentes e importantes son:
- Escritura tensa
- Gran presión escritural
- Bruscos ángulos y torsiones escriturales
- En ocasiones combinan zonas de gran presión con zonas extremadamente débiles
- Enlaces angulares
- Arcadas
- Comienzos enfáticos
- Anchura anormal entre palabras, extrema separación o gran proximidad
- Finales de letra extraños
- Escritura rítmica, monótona
- Enfática zona superior
- Importantes variaciones de altura en las letras
- Letras divididas anormalmente en trazos separados
- Puntuación redundante o carencia de la misma
- Rasgos exagerados
- Lenta velocidad escritural
- En ocasiones emplean escritura tipográfica
- Arpones
- Rasgos acerados
- Escritura en mazas que evidencian la posibilidad de descargas violentas
- Jambas y hampas entrecruzadas, invasivas
- Jambas extrañas, deformadas, exageradas
Ejemplos
Escritura de Charles Manson |
Escritura de Randy Woodfield |
Escritura del Asesino del Zodíaco |
El hasta ahora desconocido Asesino del Zodíaco fue responsable de cinco asesinatos a finales de los años 60. Su escritura muestra la mayor parte de los rasgos esquizoides.
Escritura de John Gacy |
John Gacy era un hombre casado, involucrado socialmente y reconocido por su entorno. Nadie suponía que esta agradable persona había asesinado al menos a treinta y tres chicos, tras torturarlos brutalmente. Fue condenado a muerte y ejecutado.
Ted Bundy |
Ted Bundy, acusado del rapto, violación y asesinato de más de treinta mujeres (aunque la Policía estima que pudo haber asesinado a cerca de cien), concuerda con el perfil de asesino en serie organizado. Con un nivel formativo superior, siendo un buen estudiante en las Universidades de Tacoma y Washington, donde cursó Psicología y Derecho. Poseía un gran carisma, la gente le miraba con una mezcla de respeto y temor. Comenzó su actividad como asesino en serie en 1974 con el asesinato de Lynda Ann. Su actividad como asesino perduró durante los años 74 y 75. Tras fugarse en dos ocasiones volvió a asesinar, volviendo a ser detenido en 1978.
Decidió defenderse a sí mismo, en su condición de abogado. Intentó posponer su ejecución a base de ir dando información a las autoridades sobre dónde había ocultado restos de sus múltiples víctimas. Finalmente murió electrocutado en la silla eléctrica en 1989. Fue diagnosticado como un maníaco-depresivo que cometía sus asesinatos en las fases depresivas. En los exámenes psiquiátricos efectuados durante su permanencia en prisión relató los abusos que había sufrido por parte de su abuelo durante su infancia.
Escritura de Ted Bundy |
Su grafía reúne muchas de las características indicadas para este tipo de criminales. Puede apreciarse entre otras características el desorden general, las desproporcionadas letras iniciales, la separación entre palabras, las desmesuradas jambas, las grandes barras de las t, los marcados guiones de arranque, así como la marcada invasión interlineal.